martes, 16 de junio de 2009

Esfuerzo

Tengo la impresion de que en India hasta las acciones basicas cuestan mas esfuerzo.

Respirar. El aire es denso, cargado de olores pegajosos, organicos, quimicos, le cuesta entrar por la nariz, se adhiere a los conductos respiratorios, cae pesado en los pulmones, caliente, polvoriento, dejando en las fosas nasales costras que dificultan aun mas la operacion y por todo el camino sedimentos que uno luego tiene que expulsar, cosa que, a juzgar por el ruido que hacen algunos, tampoco resulta facil. Pero mejor ahorremonos los detalles. Los olores tampoco ayudan: los agradables, que los hay, acaban resultando demasiado embriagadores como para soportarlos durante mucho tiempo; los otros pueden alcanzar un grado de desagrabilidad dificil de imaginar. Recuerdo Varanasi hace dos anhos... Cada vez que nos acercamos a un riachuelo o canal prefiero contener la respiracion hasta un rato despues de haberlo cruzado.

Dormir. A pesar del cansancio y la falta de suenho, resulta imposible. Paradojicamente el calor no permite estarse quieto, no se si porque al dar vueltas en la cama se van refrescando por turnos diferentes partes del cuerpo. Ni a la centesima prueba consigo encontrar la postura. El colchon es durisimo, sera por eso que de India vienen los faquires, la almohada incomoda, la sabana aspera. El corazon va a mil, la cabeza tambien, por mucho que intente meditar en el pais de la meditacion, el ventilador del techo tabletea como un helicoptero y temo que salga volando o se le desprenda un aspa, el aire golpetea la piel, me tapo hasta arriba con la sabana para defenderme de los embates del aire que ha de defenderme del calor de las sabanas, mientras en la otra habitacion el air-cooler, "mas sano que el aire acondicionado", zumba, pedorrea y gime segun le apetece. Unos cuantos mosquitos heroicos traspasan la doble linea de defensa (ventilador y "mosquito coil", una espiral que se prende por un lado y arde como el incienso, pero con un olor bastante peor, que creo que provoca en mi las mismas ganas de escapar que en los mosquitos). El picor se anhade a la lista. Menos mal que nadie ronca.

2 comentarios:

Pakonas dijo...

Ese Alfonso! Que bien que ya estés por tierras indias. Te leo y me identifico totalmente contigo en todo lo que cuentas, aunque aquí por el sur el calor no es para nada un problema (no pasamos de 30, y de noche, a veces hasta tengo que arroparme). De nuevo, lamento el cambio drástico de planes y que no nos podamos ver por aquí, una lastima no poder viajar contigo aunque sea 4 diitas, tal y como tenía planeado antes de que me enviaran a Bangalore.

Una vez más, si por casualidades del destino optáis por el salto al Sur, aquí os espero.

Un saludo, te seguiré la pista ;)

KaZe dijo...

...desde dónde escribes?
No hay tildes ni "eñes" jajaja

A ver si cuelgas algo en el flickr para que podamos verlo. :)

Un abrazaco!